viernes, 17 de octubre de 2014

ESPEJITO ESPEJITO

ESPEJITO ESPEJITO


La modestia es un asunto controvertido. No importa en qué forma lo encare el siervo de Dios, los que lo escuchen lo juzgarán legalista o libertario. Es inevitable. Hablar contra la moda actual y las tendencias populares es siempre difícil y costoso para el siervo de Dios. Sin embargo, Dios lo ha llamado a seguir un rumbo que lo conduce por designio divino hacia una colisión frontal con el pensamiento y las costumbres del mundo. 


Mi objetivo, no obstante, no es la controversia. Mi deseo es únicamente glorificar al Señor Jesucristo y estimular a su pueblo al amor y a las buenas obras (cf. Hebreos 10:24). Sin embargo, puesto que la controversia es ineludible en esta materia, seguiré esta norma: Seamos más estrictos con nosotros mismos y más tolerantes con los demás. La regla para nuestra propia conversación debe ser muy estricta, pero la que usamos para censurar a otros estará más bien entre las más indulgentes”.

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