"Honra
a tu padre y a tu madre". Esto significa "respeto",
"reverencia". Esta es una parte esencial del Mandamiento. Los hijos
no deben obedecer mecánicamente o a regañadientes. Eso es malo. Eso es
observar la letra y no el espíritu. Eso es lo que nuestro Señor condenaba tan
fuertemente en los fariseos. No, tienen que observar el espíritu al igual que
la letra de la Ley. Los hijos deben reverenciar y respetar a sus padres,
tienen que comprender su posición para con ellos, y deben regocijarse en
ella. Tienen que considerarla un gran privilegio, y por lo tanto, tienen que
hacer lo máximo siempre para demostrar esta reverencia y este respeto en cada
una de sus acciones.
La súplica del Apóstol da a
entender que los hijos cristianos deben ser totalmente lo opuesto a los hijos
descarriados que por lo general muestran irreverencia hacia sus padres y
preguntan: "Y ellos, ¿quiénes son?" "¿Por qué tengo que
escucharles?" Consideran a sus padres "pasados de moda" y
hablan de ellos irrespetuosamente. Imponen su opinión y sus propios derechos
y su "modernismo" en toda esta cuestión de conducta. Eso estaba
sucediendo en la sociedad pagana de la cual provenían estos efesios, tal como
está sucediendo en la sociedad pagana a nuestro alrededor en la actualidad.
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viernes, 17 de octubre de 2014
HONRA A PADRE Y MADRE
HONRA A PADRE Y MADRE
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