La discusión sobre la mujer y
los oficios en la iglesia requiere
no sólo una doctrina adecuada sobre la mujer en el orden divino, sino también
una doctrina adecuada del gobierno de la iglesia.
Afortunadamente puedo decir que
aquí compartimos tal doctrina adecuada del gobierno de la iglesia. Debo
establecer brevemente cinco presunciones claves acerca del gobierno de la
iglesia que serán asumidas en estas observaciones finales.
Primero, hay un gobierno divinamente ordenado para la iglesia local. Segundo, este gobierno incluye
oficios especificados y definidos. Tercero, estos oficios son los de anciano
y diácono. Cuarto, el oficio de anciano envuelve el ejercicio de funciones de
dirección y enseñanza en la iglesia. Quinto, la función de diácono envuelve
el ejercicio de autoridad administrativa sobre los asuntos de la iglesia.
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